Dame los primeros siete años de vida de un niño y te diré lo que será el hombre del mañana.
viernes, 30 de septiembre de 2011
El Juego como Recurso Terapéutico.
EL JUEGO COMO RECURSO TERAPÉUTICO
En la Terapia de Juego se evalúan las conductas expresadas y los juguetes cumplen el propósito de suscitar ciertas conductas problema, de tal manera que podemos evaluar sus defensas, su nivel de tolerancia a la frustración, ansiedad, agresividad, dependencia o independencia, sus fortalezas y dificultades, su comportamiento en general. Por ello, en el proceso de evaluación y terapia, se recomiendan juguetes que permitan la expresión simbólica de las emociones y necesidades del niño.
1.-El Rincón Hogareño: Es una casa de juguete o esquina del cuarto, la cual contiene el tipo de equipo que se lista bajo “rincón hogareño”. En este rincón con frecuencia los niños tratan lo que han vivido en casa, aquí se experimentan roles y relaciones. Los niños ilustran casi en su totalidad algunas de sus asociaciones individuales con el “hogar” y los difíciles problemas que giran en torno a sus relaciones tempranas con figuras primarias. Cuando este juego se acepta y translabora, las energías pueden transferirse a otros tipos de juegos más maduro, en donde el rincón hogareño adquiere un estatus apropiado a la edad.
2.- Casa de muñecas: El juego en la casa de muñecas puede ser muy revelador. Las muñecas llenan cierta cantidad de roles, los niños pueden jugar de manera realista. Los niños usan al muñeco bebé para expresar la parte de bebé propio, lo que le hace el niño al bebé (muñeco) puede que sea lo que se le hizo al niño cuando él era un bebé, por lo cual esta técnica es útil en toda terapia de juego. 3.- Juguetes de construcción y rompecabezas Al utilizar juguetes de construcción los niños pueden expresar cómo se han sentido (aún de manera pre-verbal) acerca de ser “piezas descartadas” o “unirse”, “hacer algo nuevo”. Demoler creaciones a partir de los juguetes de construcción puede que sea la expresión vivida de sus sentimientos.
4.- Armas: Pelear es una parte inherente a naturaleza humana y muchos niños desean “actuar” mediante el uso de armas. En la terapia de juego, las armas se utilizan como defensa de las partes atemorizantes, indefensas e inmaduras de la personalidad y para atacar las amenazas del exterior. La agresión no necesariamente indica maldad, es un aporte saludable del desarrollo normal y los niños con frecuencia “pelean” para sobreponerse. Algunos niños que se sienten inseguros están en mayor disposición de pelear.
5. Juegos con animales De acuerdo a la mayoría de autores son de “suprema importancia en el simbolismo” ya que reflejan una jerarquía de instintos y áreas inconscientes que van desde los animales grandes y salvajes (que podrían vincularse con instintos fuertes de tipo animal) hasta los animales domésticos y con frecuencia obedientes. Los animales representan diferentes aspectos de la naturaleza de la persona o de las fuerzas instintivas diferentes del intelecto, voluntad y razón.
6.- Material para artes plásticas Algunos niños se comunican con mayor facilidad a través de la forma, color y dibujo que de manera verbal. A través del arte se da al niño la oportunidad de expresar lo inexpresable, como reflejo del mundo interior del niño son necesarios los materiales como pintura, dibujos, trabajo con arcillas, arena y agua. Las creaciones del niño deben exponerse en cada sesión. El arte es una forma de comunicación simbólica que ofrece una oportunidad para la representación terapéutica y su solución.
7.- Role play Dramático Muchos niños entran de manera espontánea en el role play dramático cuando se atribuyen roles a sí mismo (y el terapeuta de juego). El juego dramático incluye todas las variaciones desde la mímica hasta la actuación improvisada; los niños se disfrazan a sí mismos en otros personajes a partir del cual se desarrolla la fantasía y se expresan sus necesidades e impulsos internos. Algunos niños actúan dramas alrededor de un problema actual en su vida cotidiana.
8.- Títeres Son una rica fuente de juego simbólico, a través de los títeres los niños pueden encontrar un medio para expresar cosas que serian difícil expresar abiertamente. El terapeuta debe tomar nota del dialogo, personaje y conflicto, las verbalizaciones y el tema principal de la historia.
Aplicación en la Terapia de Juego
Esta terapia es muy beneficiosa para niños con que se muestren irritables, agresivos, desobedientes, desafiantes, introvertidos, distraídos, tristes, temerosos o inseguros, con baja autoestima o bajo rendimiento escolar, niños que estén siendo víctimas de una crisis como un divorcio o una pérdida, padecen alguna enfermedad crónica o que han sido víctimas de abuso sexual o maltrato físico y psicológico.
Recomendaciones:
Recomendaciones:
- Se debe proporcionar diversos juguetes al chico, manteniéndolos en un orden que llame a la exploración y elección, evitando la acumulación y el desorden.
- Se recomienda que los juguetes se coloquen en estantes que sean de fácil acceso para los niños. Se obtienen mejores resultados cuando los materiales de juego están a la vista y el niño puede escoger su propio medio para expresarse.
- La terapia de juego debe ser manejado por un profesional especializado en psicoterapia infantil, el éxito de esta técnica dependerá de su adecuado uso y del compromiso que asuma la familia del niño.
Fuente: WWW.COSASDELAINFANCIA.COM
jueves, 29 de septiembre de 2011
viernes, 9 de septiembre de 2011
lunes, 5 de septiembre de 2011
Dibbs... El niño en busca del Yo..
Si todos los padres quisiéramos ayudar a nuestros hijos… Si todos los maestros comprendiéramos los problemas de nuestros alumnos… Si todos los especialistas nunca perdiéramos las esperanzas… Si simplemente todos comprendiéramos que somos diferentes… pudiéramos escribir una nueva historia en la vida de esos niños que son diferentes, así como lo hizo Virginia M. Axline en su terapia de juego que realizó con “Dibbs”, a lo que ella comenta “Debemos evitar los clichés, interpretaciones y explicaciones rápidas y hechas a la medida, si queremos acercarnos más a la verdad debemos investigar más profundamente dentro de las razones de nuestro comportamiento”
Dibbs un niño que para ese entonces tenía seis años y había comenzado sus estudios a los cinco en una escuela prestigiosa, estaba perturbado, infeliz y frustrado; las maestras que realmente estaban preocupadas por él y tenían todas las intensiones de ayudarlo, comentaban que algunas veces se quedaba sentado, mudo e inmóvil toda la mañana, otras veces sólo se arrastraba en el piso, sin hablarle a nadie, como que si estaba en otro mundo, era agresivo y lloraba constantemente, en especial cuando era hora de partir a casa.
Para mediado de su segundo año escolar, ya había sido evaluado por algunos especialistas; y sus padres ya no tenían mayores expectativas en cuanto a la recuperación de Dibbs, que según algunos comentarios era “un niño extraño”, no sabían si era retrasado mental, psicótico o presentaba asperger, lo que sí es importante recalcar es que las maestras siempre supieron que él podía dar más.
Entonces ¿Por qué se comportaba así?, ¿Qué pensaba él? ¿Qué hacía que él se quisiera alejarse del mundo que lo rodeaba? Como ya sabemos el trauma es causado por varios eventos potencialmente traumáticos para una persona, en el caso de Dibbs probablemente podía ser el rechazo que tenían sus padres hacia él, los castigos severos que utilizaba el padre encerrándolo en un cuarto y poniéndole seguro a la puerta.Es evidente que la terapeuta logra aplicar en todo momento la técnica del reflejo, puesto que mientras que Dibbs exploraba en el cuarto, jugaba o analizada los juegos, su entorno y demás, ella únicamente realizaba intervenciones oportunas, mediante el reflejo puntual de las ideas, pensamientos y emociones que Dibbs expresaba a lo largo de las diferentes actividades y sesiones como tal. Todo esto con el fin de lograr que el propio niño se diera cuenta de estas ideas, pensamientos, emociones y demás, así como en todo momento lograr que Dibbs se autodirigiera durante la sesión, puesto que si la terapeuta hubiese impuesto ideas, hubiese dicho inferencias o interpretaciones de lo que Dibbs decía o hacía, esto únicamente hubiera logrado entorpecer el desarrollo del proceso terapéutico de Dibbs, siendo todo lo contrario de lo que la terapeuta logró con Dibbs al final del proceso.
Aclaremos que con el hecho de crear un ambiente permisivo e intervenir con el reflejo únicamente cuando sea puntual y necesario, esto no quiere decir que el papel del terapeuta sea pasivo, sino es todo lo opuesto, requerirá toda la atención por parte del terapeuta, una sensibilidad y una excelente apreciación de lo que el niño realmente está haciendo o diciendo, pues cuando el terapeuta se enfoca en estos aspectos, logrará un desarrollo de la terapia positivo en el niño, y no simplemente se tornará en un juego irrelevante en él. Esto es algo que vemos reflejado constantemente en Dibbs, pues la terapeuta en cada palabra, acción u omisión que Dibbs hacía, mostraba ese insight, esa sensibilidad y atención plena para lograr intervenir o no de la mejor manera, generar un concepto más completo de Dibbs y la problemática que presentaba, así como de ir desarrollando la terapia adecuadamente.
En Dibbs vemos como aunque los padres al inicio mostraron mucha dificultad en cuanto a desear ser participantes directos en el proceso de su hijo; al iniciar el trabajo con Dibbs e ir logrando una exteriorización, aceptación de sí mismo, fortalecerse en su interior mediante la terapia de juego para que Dibbs pudiese afrontar condiciones retadoras actuales y futuras en su vida, se logró que Dibbs generara una auto aceptación, mayor responsabilidad de sí mismo y sus actos, madurez emocional de acuerdo a su edad, dando como resultado que el niño pueda sentirse, reflejarse e interactuar de una mejor manera tanto con sus padres, amigos y demás contextos, logrando de este modo menores conflictos en su vida como tal. Al lograr y proyectar Dibbs este cambio, se generó automáticamente un mayor interés, responsabilidad, aceptación y madurez emocional por parte de los padres de Dibbs, logrando establecer mejores relaciones parentales con su hijo, consecuentemente desarrollando una estructura familiar mucho más saludable y favorecedora para todos.Por último en definitiva el caso de Dibbs, es un exacto reflejo de lo que la Terapia de Juego no directiva implica y la funcionalidad tan profunda y significativa que logra en los niños. La terapia de juego no pretende realizar magia o simplemente concebir el juego como algo casual, sino en ser una herramienta que permite al niño conocerse y aceptarse brindando esta fortaleza interior para superar actitudes o situaciones retadoras en su vida.
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